lunes, 20 de febrero de 2012

Au revoir mon amour.

Lo siento, no debería marcharme así, mientras la luna hace de guardiana de la noche. No debería. Debería esperar a que empezara el día y decirte a la cara un 'adiós' que marque el final de todo esto; sin embargo, desaparezco sin más en las oscuras calles de una desolada ciudad en busca de compañía. No busques la culpa en ojos ajenos, nadie la tiene. Te has estado equivocando todo el tiempo, no es tu enemigo, ni un gran amigo, no es nadie, no hay nadie más. No me marcho por nadie, no me marcho buscando otros labios ni menos habiéndolos encontrado ya. Me marcho simplemente porque no aguanto más esta farsa, todos estos años lo han sido; sí, lo siento. Te quise, sí, te he querido demasiado pero ahora ya no aguanto más. Todo empezó siendo una gran farsa y es como ahora termina, siéndolo. Durante esos tramos te he querido mucho, pero se acabó. Mi destino me espera, y este no es a tu lado. Debo afrontar que no puedo seguir contigo, mi mente me lo ordena a pesar de que mi corazón no quiera hacerle caso a esta. Lo siento, debo decirte adiós, o, por lo menos, dejártelo escrito en un papel. No me busques, no me encontrarás, pues ni yo misma sé donde iré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario