domingo, 8 de enero de 2012

Que nunca te voy a olvidar.

Estoy tratando de encontrar esas palabras
que describan lo que pasa en mi interior. Es como una habitación desordenada, como un once de septiembre en Nueva York. Como vivir en una casa sin ventanas, o navegar en un velero sin timón. Es como estar volando en un avión sin alas, que se estrella en medio de mi corazón.
Porque desde que te fuiste las mañanas son tan tristes; y las noches, eternas compañeras. Desde que tú te marchaste ya no hay música en el aire; y las palabras, son sueños que no llegan. Y yo te seguiré esperando cada día, por si alguna vez decides regresar, y te juro que no habrá más pesadillas ni mareas que nos puedan separar.
El sonido de las olas en la arena, y mi barco que dejó de navegar, en la playa donde lloran las sirenas, que hace tiempo que dejaron de cantar. Y buscaré tu olor entre recuerdos, y llevaré mi dolor por dentro. Escucharé tu voz en el silencio, y tus palabras entre mis besos. Yo te seguiré esperando cada día, por si alguna vez decides regresar, y te juro que no habrá más pesadillas ni mareas que nos puedan separar. Yo te seguiré esperando cada día, y si tú nunca decides regresar, yo me dormiré pensando en tu sonrisa y te volveré a perder al despertar... 

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